Australia, Canadá, Nueva Zelanda y la Unión Europea propusieron eliminar el análisis de los conocimientos, la experiencia y las perspectivas de los pueblos indígenas y las comunidades locales de los estudios sobre los posibles beneficios y efectos adversos de la biología sintética que realizarán un grupo de expertos técnicos con vistas a la COP 14, que se celebrará en Japón en dos años. La eliminación fue objetada por El Salvador con el apoyo de Bolivia, India, Uruguay y Cuba.

La biología sintética, uno de los temas más polémicos durante la Convención de Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP 13) que se celebra en Cancún, México, hasta el próximo domingo 18 de diciembre, consiste en la creación de nuevos organismos vivos que no existen en la naturaleza y en el resideño de organismos ya existentes a partir del uso de la ingeniería biológica.

De acuerdo con un informe publicado por la Fundación Heinrich Böll, los biólogos en este campo afirman que “es posible un enfoque predictivo de la biología, al usar partes que supuestamente están bien caracterizadas y que exhibirán el comportamiento predicho en el organismo de diseño”.

Ante el aumento de la población mundial, el agotamiento de los recursos naturales y las limitaciones de la productividad agrícola, los promotores de la biología sintética buscan formas para incrementar el potencial genético de los cultivos mediante la mejora de la fotosíntesis, un proceso natural que consideran ineficiente.

“La capacidad para manipular la fotosíntesis implica el control de todo lo que determina cómo una planta sobrevive y se adapta: qué tan eficientemente usa el agua y los nutrientes para crecer y producir la biomasa que usamos como alimento, fibra y combustible; qué tan eficientemente fija el dióxido de carbono (CO2) y libera oxígeno”, refiere el informe de la Fundación Heinrich Böll.

Paralelamente, el Grupo Africano, seguido por El Salvador, Bolivia y Venezuela, se ha pronunciado a favor de una moratoria a experimentos que involucren biología sintética, incluyendo la creación de impulsores genéticos.

Los impulsores genéticos son una tecnología de ingeniería genética experimental cuyo objetivo es “la diseminación agresiva de un rasgo específico de ingeniería genética en una especie o población en la naturaleza”, añade el informe de la Fundación Heinrich Böll.

Los Pueblos Indígenas participaron en un "evento flash" durante la COP 13 (Foto: IISD)

Los Pueblos Indígenas participaron en un evento flash durante la COP 13 para reclamar sus derechos (Foto: IISD)

Las principales objeciones de las más de 160 organizaciones sociales, ambientales y sindicales que han apoyado la petición de una moratoria incluyen que “si un impulsor genético fuese exitoso, los rasgos de diseño genético seleccionados se difundirían y se convertirían en dominantes en poblaciones silvestres en solo unas cuantas generaciones de la especie, o podrían hasta provocar su extinción”.

Cuba, si bien no se pronunció respecto a la moratoria, apoyó la permanencia del enfoque precautorio al considerar la liberación de genes dirigidos en el proyecto de decisión presentado el pasado 15 de diciembre en el grupo de trabajo. El mismo insta a los gobiernos y partes del Convenio a aplicar este enfoque hasta tanto no se hayan realizado evaluaciones del riesgo a los ecosistemas y socioeconómicos.

También pide cautela sobre la creación de genes dirigidos en el laboratorio mientras no se hayan desarrollado y establecido regulaciones específicas para la biocontención de los mismos. Además, solicita que se informe a otros gobiernos cuya diversidad biológica pudiera verse afectada por cualquier propuesta de genes dirigidos y la obtención de su consentimiento antes de que se apruebe la liberación de tales genes.

Australia, Nueva Zelanda y Canadá se opusieron a la inclusión de este principio precautorio. Brasil pidió acogerse al mismo solo en caso de amenazas de reducción significativa o pérdida de la biodiversidad de acuerdo con las legislaciones nacionales e internacionales pertinentes. Por su parte, Namibia recordó que las amenazas derivadas de la biología sintética son la antítesis de la biodiversidad, por lo cual se debía adoptar una decisión al respecto durante la COP 13.

En los debates del 16 de diciembre, los delegados apoyaron la propuesta de Bolivia de retirar las menciones a los conocimientos de los pueblos indígenas y comunidades locales de los términos de referencia para el comité de expertos e insertar en el proyecto de decisión una invitación “a las partes y a otros a presentar a la Secretaría información y documentación de apoyo sobre los conocimientos, experiencias y perspectivas” de estos pueblos.

La versión final del documento, que se aprobará este 17 de diciembre en la plenaria, acepta la definición propuesta por el grupo de expertos, que considera que “la biología sintética representa un nuevo avance y una nueva dimensión de la biotecnología moderna que combina la ciencia, la tecnología y la ingeniería para facilitar y acelerar la comprensión, el diseño, el rediseño, la fabricación y la modificación de materiales genéticos, organismos vivos y sistemas biológicos”.

Elaine Díaz Rodríguez recibió una beca de la Earth Journalism Network para la cobertura de la COP 13.

Sobre el autor

Elaine Díaz

Graduada de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana (2008). Nieman fellow en la Nieman Foundation for Journalism de la Universidad de Harvard (2014-2015). Colaboradora en 'Global Voices Online' desde 2010.

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